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100 años del Hospital Pasteur y 200 años del nacimiento de Louis Pasteur

Torre del Hospital Pasteur y retrato de Louis Pasteur
  • Fecha de emisión: 22/11/2022
  • Código: 2022-17-H
  • Valor: $ 84 (pesos uruguayos ochenta y cuatro)
  • Diseño gráfico: Daniel Pereyra
  • Dentado
  • Tirada: 5.000 Hojas
  • Imprenta: Sanfer SRL
  • Plancha: compuesta por 1 sello
  • Tema: Celebraciones/Conmemorativo

La vida y obra científica de Louis Pasteur

“En el campo de la investigación el azar no favorece más que a los espíritus preparados”

Louis Pasteur, químico de formación nacido el 27 de diciembre del 1822 en la ciudad de Dole en Francia, es quién originó algunas de las revoluciones científicas más formidables del siglo XIX en los campos de la biología, la agricultura, la medicina y la higiene. 

Después de haber iniciado sus investigaciones en el campo de la cristalografía, Pasteur emprendió un camino jalonado de descubrimientos que lo llevaron a desarrollar la vacuna antirrábica.

La vida de Louis Pasteur estuvo marcada por descubrimientos revolucionarios, pero también por varias tragedias que sin duda contribuyeron a motivar su afán por comprender las principales enfermedades de su época. Investigador incansable y apasionado, no dudó en recorrer toda Francia para corroborar sus teorías o resolver los problemas agrícolas e industriales que planteaban las enfermedades infecciosas.

“Tened el culto del espíritu crítico, que reducido a sí mismo ni despierta ideas ni estimula grandes cosas, pero sin el cual todo es caduco.” 

Cada uno de los descubrimientos de Louis Pasteur abrió un nuevo campo de investigación, propicio para nuevos avances. De este modo, se pueden identificar tres grandes periodos en la obra del científico: la química y la observación de los cristales le llevaron al estudio de las fermentaciones. Esto le llevó a refutar definitivamente la teoría de la generación espontánea, un descubrimiento clave que abrió las puertas de la microbiología y la vacunación.

Primer periodo: 1847 – 1862

  • 1847: Trabajo sobre la asimetría molecular

En 1847, Louis Pasteur, un joven químico recién licenciado de la Escuela Normal Superior, abordó el problema planteado por el físico alemán Eilhard Mitscherlich: ¿por qué dos sustancias químicas aparentemente idénticas tienen un efecto diferente sobre la luz polarizada? Tras varios años de investigación en los que combinó cristalografía, química y óptica, Louis Pasteur estableció un paralelismo entre la forma externa de un cristal, su constitución molecular y su acción sobre la luz polarizada: los cristales asimétricos desvían la luz polarizada, mientras que los cristales con un plano de simetría son incapaces de hacerlo. Formula una ley fundamental: "Sólo los productos nacidos bajo la influencia de la vida son disimétricos, porque presiden su elaboración fuerzas cósmicas, que a su vez son disimétricas". La disimetría es la gran línea divisoria entre el mundo orgánico y el mineral. Este trabajo de Louis Pasteur fue el origen de una nueva ciencia: la estereoquímica o química en el espacio. También propició el advenimiento de la química sintética.

  • 1857: inicio de los trabajos sobre la fermentación

Examinando una solución de ácido paratartárico, observó también que, bajo el efecto de un moho, este ácido había fermentado y se había disociado. Así, una sustancia que era inactiva bajo la luz polarizada se había vuelto activa bajo la influencia de la fermentación. Hasta estos resultados, se aceptaba universalmente que la fermentación era un trabajo de muerte, como pensaba el famoso químico alemán Justus von Liebig. Sin embargo, los experimentos de Louis Pasteur echaron por tierra este dogma: puesto que todas las sustancias activas proceden de la naturaleza viva, la fermentación es obra de la vida. Sólo la vida genera sustancias activas a la luz polarizada. 

En 1854, a la edad de 32 años, Louis Pasteur es nombrado decano de la Facultad de Ciencias de Lille. En esta región, donde hay muchas destilerías, es solicitado muy rápidamente por los destiladores preocupados por las desigualdades en su producción de alcohol de remolacha. A petición suya, Louis Pasteur se interesó por las fermentaciones lácticas y alcohólicas. Descubrió que la fermentación alcohólica se debe a un organismo vivo, el fermento; y que para estudiar la fermentación hay que preparar un medio fermentable estéril, que se obtiene por ebullición, e inocular este medio con una traza de fermento en estado puro. Este es el origen de toda la técnica microbiológica.

Segundo periodo: 1862 – 1877

  • 1865: Patentar la pasteurización

Los trabajos de Louis Pasteur abrieron nuevas perspectivas: ¿de dónde procedían los agentes de la fermentación? ¿Surgen de gérmenes similares a ellos o aparecen "espontáneamente"? La teoría de la generación espontánea estaba entonces firmemente establecida en los círculos científicos. Louis Pasteur decidió abordar este problema utilizando su método experimental. Mediante una gran variedad de experimentos, Louis Pasteur demostró que los microbios estaban en todas partes, en el agua, en el aire, en los objetos, en la piel, etc., y que algunos de ellos eran responsables de enfermedades. Tras memorables batallas con sus adversarios, en particular con Félix Pouchet, célebre biólogo y gran defensor de la generación espontánea, Louis Pasteur afirmó en sus memorias de 1862 que: el polvo atmosférico contiene microorganismos que se desarrollan y multiplican; los líquidos más putrescibles permanecen inalterables si, después de haber sido calentados, se les deja fuera del aire, y por tanto fuera de estos microorganismos.

A partir de entonces, indica los medios para evitarlos y combatirlos. Define los fundamentos de la higiene personal y social. Recomienda el uso de la asepsia, es decir, todas las medidas para evitar cualquier contribución exógena de microorganismos o virus a los tejidos vivos o a los medios inertes. Aconseja esterilizar los paños, flambear los instrumentos y limpiarse las manos. Estas recomendaciones están en el origen del prodigioso desarrollo de la cirugía moderna.

Al estudiar la fermentación butírica, Louis Pasteur descubrió una nueva clase de seres vivos, capaces de vivir en ausencia de aire ("anaerobios"). Llegó a la conclusión de que la fermentación es la consecuencia de vivir sin aire.

A partir de entonces, aplicó su método microbiológico a la industria y la agricultura para superar las antiguas enfermedades que afectaban a sus productos. Estudió la formación del vinagre y la transformación del alcohol en ácido acético por un microorganismo que fija el oxígeno del aire sobre el alcohol. Mostró a los vinagreros cómo obtener vinagre de calidad constante evitando la contaminación por micodermas nocivos.

La viticultura, joya de la corona de la economía francesa, es un negocio frágil: en efecto, los viticultores tienen dificultades para garantizar la calidad de su producción, afectada por enfermedades cuyo origen y remedio se desconocen. No es una crisis nueva, pero corre el riesgo de perjudicar a las exportaciones y, sobre todo, a los acuerdos comerciales con Inglaterra. El propio Napoleón III recurrió a Louis Pasteur. En primer lugar, demostró que cada enfermedad del vino se debía a un fermento concreto. Y para combatir el desarrollo de estas enfermedades, desarrolló un protocolo: calentaba el vino a entre 55°C y 60°C, una temperatura a la que no se deterioraba y conservaba su bouquet. Este método se conoce ahora en todo el mundo: se llama pasteurización.

Al igual que ocurre con las enfermedades del vino, el deterioro de la cerveza se produce por microorganismos traídos por el polvo del aire. Louis Pasteur enseñó a los cerveceros a mantener el mosto sin manchas y a calentar la cerveza a 55°C para prevenir enfermedades.

En 1865, la industria sericícola fue devastada por una enfermedad que hizo estragos en los gusanos de seda. Mientras que en Francia estaba en juego toda la economía de una región, la epidemia se extendió a otros países productores de seda como Italia, Austria y Asia Menor. Louis Pasteur descubrió que los gusanos de seda estaban afectados por dos enfermedades: la pebrina y la flacherie. Al microscopio, Louis Pasteur observó que los gusanos afectados por la pebrina desarrollaban corpúsculos brillantes. También demostró que la pebrina es una enfermedad hereditaria y contagiosa. Para preservar la cría de gusanos de seda sanos, desarrolló el método de granulación celular.

En cuanto a la flaqueza, destaca la noción de "terreno particular", es decir, el estado fisiológico del huésped infectado, para que se produzca esta enfermedad. Unas simples precauciones de higiene y una buena ventilación, así como la cuarentena de los lotes sospechosos, son suficientes para prevenir la contaminación. 

Estos procedimientos tan sencillos salvaron la sericultura. Pero este trabajo, verdadero preludio del estudio de las enfermedades contagiosas, tuvo un interés considerable: por primera vez se dilucidaron científicamente los problemas de la herencia y el contagio, y se establecieron reglas de profilaxis.

Tercer periodo: 1877 – 1887

  • 1885: Primera vacunación antirrábica en humanos

De los 55 a los 65 años, Louis Pasteur puso la microbiología al servicio de la medicina y la cirugía. Si las enfermedades estaban causadas por microorganismos, había que identificarlos y encontrar formas de combatirlos. 

Jenner inventó la vacunación, Louis Pasteur inventó las vacunas. En 1877, Pasteur estudió de cerca las enfermedades infecciosas y descubrió sucesivamente: la causa de los forúnculos y la osteomielitis: el estafilococo; el microbio de la infección puerperal: el estreptococo; el neumococo.

Edward Jenner (1749-1823) había descubierto que los seres humanos podían protegerse contra la viruela inoculándoles la vaccinia, una enfermedad que suele darse en el ganado e idéntica a la viruela, pero benigna en los humanos. Este descubrimiento se basó en una circunstancia excepcional, a saber, la existencia en los animales de una enfermedad similar a la humana y cuyo agente causante protegía a los humanos. Basándose en este principio, Louis Pasteur utilizó los propios agentes infecciosos para obtener la inmunización. Al aplicar su método al estudio de las enfermedades infecciosas (agentes microbianos), su prevención (asepsia) y su profilaxis mediante la inmunización (vacunación), Louis Pasteur había fundado la inmunología.

En 1880, Louis Pasteur estaba ya en plena posesión de su método experimental. Decidió aplicarlo al estudio de una enfermedad humana. Eligió la rabia porque no sólo afectaba a los humanos, sino también a los animales, con los que podía experimentar. Louis Pasteur intentó aislar por primera vez el virus de la rabia. En vano. El virus permaneció invisible. De hecho, la resolución de los microscopios de la época no permitía ver los virus. Se observó por primera vez casi un siglo después, en 1962, gracias al desarrollo de la microscopía electrónica.

Dado que la rabia es una enfermedad del sistema nervioso, Louis Pasteur y Emile Roux tuvieron la idea de inocular un trozo de cerebro de un perro rabioso directamente en el cerebro de un perro. El perro así inoculado murió. El experimento se reprodujo entonces con conejos, que presentaban menos riesgos para los experimentadores que el perro rabioso. El periodo de incubación de la rabia era siempre de seis días: había conseguido obtener un virus con una virulencia estable. Louis Pasteur intentó obtener una vacuna atenuando esta virulencia. Decidió suspender la médula de conejo en frascos donde quedaba expuesta al aire en una atmósfera privada de humedad. La virulencia disminuyó gradualmente hasta extinguirse. Louis Pasteur inyectó estos tuétanos de conejo envejecidos en perros rabiosos, y después en tuétanos cada vez más virulentos. La rabia no apareció.

A continuación, en 1884, Louis Pasteur estableció un protocolo para combatir eficazmente la enfermedad que fue aprobado por la Academia de Ciencias. Sin embargo, a pesar de estos resultados satisfactorios obtenidos en perros, Louis Pasteur se mostró reacio a pasar a los ensayos en humanos.

El 6 de julio de 1885, un niño de nueve años, Joseph Meister, mordido catorce veces por un perro rabioso, le dio la oportunidad de probar su tratamiento en seres humanos. Como Louis Pasteur no era médico, confió al Dr. Grancher la tarea de inocular el tratamiento al niño. En 10 días, Joseph Meister recibió un total de trece inyecciones de médula de rabia cada vez más atenuada. Esta primera vacunación fue un éxito: Joseph Meister nunca desarrolló la rabia y se convirtió en el primer ser humano vacunado. Louis Pasteur se mantuvo muy discreto sobre este éxito.Su segundo éxito fue diferente. En septiembre de 1885, Jean-Baptiste Jupille, un joven pastor de 15 años, se presentó en el laboratorio de la rue d'Ulm profundamente mordido por un perro rabioso. Louis Pasteur aplicó su tratamiento por segunda vez, con el mismo éxito, y se aseguró de que la historia fuera conocida por todo el mundo. Pronto llegaron a la École normale supérieure multitud de "entusiastas" procedentes de Francia y del extranjero. Ante esta afluencia, Louis Pasteur decidió fundar un centro dedicado específicamente a la vacunación antirrábica, que también sería un centro de investigación y enseñanza. Tres años más tarde se inauguró el Instituto Pasteur. El trabajo de Pasteur alcanzó su culminación definitiva.

Reseña: Embajada de Francia en Uruguay