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250 Aniversario del Proceso Fundacional de Paso Molino

  • Fecha de emisión: 26/11/1998
  • Código: 1998-55-C
  • Valor: $ 6.- (pesos uruguayos)
  • Dibujante: Carlos Menck Freire
  • Tirada: 35.000
  • Tema: Celebraciones/Conmemorativo

1748- MONTEVIDEO EN EXPANSIÓN
El 23 de diciembre de 1747, el Cabildo de Montevideo aprobó la solicitud presentada por el sacerdote jesuita, R.P. Cosme Agulló, de erigir un molino de harina. Hasta ese entonces, la venta de galleta y bizcocho a las tropas terrestres y navales españolas era la única actividad permitida a los habitantes de San Felipe y Santiago de Montevideo, pero la harina era traída de Buenos Aires. Los jesuitas recibieron del Cabildo un terreno en la margen izquierda del arroyo Miguelete, cercano al vado sobre el camino Real y en el correr de 1748, se inició su construcción. Para que el molino contara con materia prima, el Padre Agulló enseñó a los propietarios de las chacras del Miguelete a desarrollar la agricultura. De esta forma, a partir de la actividad del molino se desarrolló un centro poblado, con vida propia, que recibió el nombre de Paso del Molino. Al principio sólo era poco más que un centro de arribo de carretas. Cuando, casi 20 años después, los jesuitas fueron expulsados de las posesiones españolas, el nuevo poblado siguió su vida normalmente y al cabo de un siglo (alrededor de 1870) pasó a ser un barrio del Montevideo en expansión. Durante la Guerra Grande y también en ocasión de las variadas epidemias que azotaron Montevideo, muchas de las familias más pudientes se refugiaron el las quintas del Miguelete. La capilla de la zona fue donada por el General Militar Manuel Oribe. En las últimas décadas del siglo XIX el Paso del Molino se convirtió en el barrio más exclusivo y elegante de Montevideo. Aún se conservan no más de 20 mansiones diseñadas por los más famosos arquitectos, rodeadas de bellos jardines y ornamentadas con valiosas obras de arte. La más famosa de esas quintas fue la del banquero José de Buschenthal, convertida actualmente en el paseo del Prado. El crecimiento comercial y social de la zona facilitó la instalación, alrededor de 1860, del llamado Gran Hotel del Paso del Molino. Dicho Hotel, en sus años de apogeo, albergó a grandes figuras entre las que debemos recordar a los oficiales del Ejército Imperial del Brasil que pasaron en él su convalecencia de las heridas sufridas en la Guerra de la Triple Alianza. La instalación de una línea de tranvías a caballitos primero, y varias líneas eléctricas y de ómnibus después, permitieron que el Paso del Molino pasara a ser un barrio de Montevideo. Su desarrollo comercial, industrial y social lo han convertido en un de las zonas más pujantes de la ciudad.
 

Fuente: Texto evocativo de Lic. Herman Kruse