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Día del Patrimonio - Homenaje a Eladio Dieste

Fotografía de Eladio Dieste, sobre fondo se dibua el edificio Iglesa Cristo Obrero y Nuestra Señora de Lourdes.
  • Fecha de emisión: 03/10/2006
  • Código: 2006-13-C
  • Valor: $ 16 (pesos uruguayos)
  • Dibujante: Carlos Menck Freire
  • Tirada: 15.000
  • Tema: Personas destacadas

Racionalista y humanista, son quizás los adjetivos que mejor describen al Ingeniero Eladio Dieste ( 1917-2000); dos cualidades personales que se proyectan en el extraordinario conjunto de sus creaciones arquitectónicas. Su profunda sensibilidad humana y su gran capacidad de percepción hicieron de su obra una perfecta adecuación a las necesidades históricas, sociales y económicas de su país y de su ente.

En sus trabajos se vislumbra la notable comunión entre todos y cada uno de los elementos que allí intervienen: mano de obra, materiales, formas, luz y espacios. Con plena conciencia, y atendiendo cada uno de estos factores, edificó su obra en base a las tradiciones y las restricciones propias del lugar en el que se hallaba.

Teniendo en cuenta su esencia y su significado cultural, utilizó con ingenio y eficacia un material que se adecuaba a las posibilidades de la industria nacional: el ladrillo.

En la utilización del ladrillo, hasta entonces ignorado por la técnica moderna, Dieste vio la posibilidad no solo de una innovación estructural, sino también económica y estética. Asimismo, aprovechó la familiaridad y la práctica existente por parte de la mano de obra en el manejo del ladrillo, lo cual le permitió asumir nuevos desafíos. Las novedosas estructuras que se planteaba apostaban fuertemente a la habilidad de los obreros y a su capacidad para resolver problemas sorpresivos.

Artífice de lo esencial y con una fuerte impronta racionalista en relación a los recursos utilizados, promovió lo que él mismo denominó como "orden profundo del mundo". Una economía que se vinculaba al uso respetuoso de la naturaleza y sus posibilidades.

Tomando en consideración todas estas cuestiones, Dieste alcanzó además notables logros arquitectónicos que surgieron, no de una voluntad de diseño, sino de una ingeniosa y eficaz solución a problemas estructurales y constructivos. Sus obras, indiscutiblemente innovadoras, lejos están sin embargo de la ostentación tecnológica. Por el contrario, y coherente con sus convicciones y principios humanistas, su trabajo estuvo siempre supeditado a las necesidades humanas y las posibilidades reales.

Mantuvo firmemente la creencia de que cada pueblo tiene su propio camino hacia el desarrollo y reconoció que, si bien el Uruguay carecía de posibilidades económicas, contaba con los recursos intelectuales necesarios para afrontar el progreso. Creyó en la coexistencia de distintas formas de producción, y sin volver la cabeza hacia el mundo desarrollado en busca de soluciones a sus problemas, apostó por aquello que tenía cerca: una producción que aún mantenía características artesanales.

Sin lugar a dudas, Dieste consiguió algo que hasta entonces pocos habían alcanzado, logró conjugar la posibilidad, la habilidad, la dignidad y la belleza, " factores indispensables para resistir el rigor de la vida", obteniendo un resultado magnífico y original.

Sus obras, hoy reconocidas internacionalmente, se enraizaron fuertemente en el medio, seguramente, por ese sentimiento de calidez e identificación con lo propio que nos brinda el ladrillo.

"El señor de los ladrillos"- como se lo solía llamar – inauguró un camino técnico de gran fertilidad. Si "el ladrillo" aportó la tradición, fue el ingenio del profesional quien dió a luz la innovación. Eladio Dieste fue cabalmente conciente de la síntesis cultural que plantean sus creaciones, así lo acredita una frase suya, cuando refiriéndose a su obra asegura que " ésta es la manera de ser fieles al hilo profundo de la verdadera tradición, que es siempre la fuente de lo revolucionario, en esto y en todo".

Bibliografía

Eladio Dieste nació el 10 de diciembre de 1917, en Artigas, y falleció el 29 de julio de 2000 en la ciudad de Montevideo.

En 1943 egresó de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.

En los años que siguieron obtuvo importantes títulos tales como: Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias de la República Argentina; Profesor ad honorem de las Facultades de Arquitectura de Montevideo y Buenos Aires Argentina, Miembro de la Academia de Ingenieros del Uruguay y Doctor " Honoris Causa" de la Universidad de la República.

Asimismo, obtuvo importantes galardones, entre los cuales se destacan el Premio a la obra global de la Bienal de Quito en 1990, el Premio Gabriela Mistral de la OEA (también en ese mismo año) y el Premio América a la Obra Global en 1991.

Con una larga e intachable trayectoria profesional, dictó conferencias y cursos en numerosos países a lo largo de todo el mundo. Hoy en día integra la lista de celebridades que han sido homenajeadas por el Instituto Tecnológico de Massachussets, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y la Universidad de Princeton.

Datos aportados por: Comisión Patrimonio.