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40 años del Congreso de Unificación Sindical

Logo del PIT-CNT con lema
  • Fecha de emisión: 03/10/2006
  • Código: 2006-12-S
  • Valor: $ 32 (pesos uruguayos)
  • Dibujante: Carlos Menck Freire
  • Autoadhesivo
  • Tirada: 15.000
  • Tema: Celebraciones/Conmemorativo

Las primeras organizaciones sindicales de trabajadores en Uruguay se constituyeron a partir de la década de 1870 y contaron con la entusiasta militancia de inmigrantes europeos, activistas sindicales e intelectuales, portadores de una importante experiencia de lucha en sus países de origen. En la promoción inicial de la lucha obrera tuvieron una participación destacada los llamados "Internacionalistas", de la Sección Uruguaya de la Asociación Internacional del Trabajo AIT, de orientación anarquista.

Desde sus comienzos el sindicalismo uruguayo mantuvo una fuerte ligazón al movimiento obrero internacional y fue siempre solidario a través de denuncias, declaraciones, actos y movilizaciones con los trabajadores de otras partes del mundo que sufrían destierros y persecuciones. El movimiento sindical uruguayo vivió con intensidad las luchas iniciadas en los Estados Unidos para la conquista de las 8 horas como jornada máxima de trabajo y siguió atentamente las alternativas de la detención, juicio fraudulento y condena de los 8 mártires de Chicago: George Engel, Adolph Fischer, August Spies, Albert Parsons, Louis Linng, Michel Schwab, Samuel Fielden y Oscar Neebe. Esta postura independiente, estos sentimientos clasistas, solidarios e internacionalistas cimentados en las luchas populares desarrolladas contra gobiernos autoritarios y patronales reaccionarias se profundizaron y se consolidaron en el siglo XX. El movimiento sindical unificado a partir de la transformación de la Convención Nacional de Trabajadores de organismo coordinador (agosto de 1964) en Central Unica independiente (octubre de 1966) se nutre precisamente de esa rica experiencia de más de 100 años de lucha y dignidad.

El congreso del Pueblo

Entre el 12 y 14 de agosto de 1965, convocado por la Convención Nacional de Trabajadores, se desarrolló el 1er. Congreso del Pueblo con la participación de 1376 delegados titulares en representación de 707 organizaciones sociales "de las más variadas tendencias políticas, religiosas, filosóficas, de los distintos oficios manuales, intelectuales, estudiantes, jubilados, artesanos y pequeños comerciantes y productores, hasta amas de casa de toda la República". En su Mensaje al Pueblo Uruguayo esta asamblea popular señala: "El Congreso del Pueblo, que cobija en su seno las más diversas y extensas capas sociales, es la afirmación de la voluntad de un pueblo, expresión categórica de fuerza, manifestación viva de que está en marcha una nueva admirable alarma como la que proclamara Artigas en 1811, cuando emergía la nacionalidad uruguaya. Analizando la situación del país, en democrática deliberación, hemos encontrado un lenguaje común, porque nos mueve el elevado fin de unir a todos los sectores progresistas del país, para impulsar las grandes transformaciones nacionales".

El Congreso convocó a la acción unificada del pueblo trabajador para impulsar su Programa de Soluciones a la Crisis. Para llevar adelante sus resoluciones y recomendaciones el Congreso del Pueblo designó una Junta Coordinadora Nacional integrada, entre otros, por los siguientes representantes de la Convención Nacional de Trabajadores: José DElía (FUECI), Wladimir Turiansky (AUTE), Héctor Rodríguez (COT), Gerardo Gatti (SAG), Luis Nadales (FOL), Enrique Pastorino (CTU), Gerardo Cuesta (UNTMRA), Alberto Ramos Ferro (AEBU) y Juan Melgarejo (COFE).

El proceso de unificación sindical

Del 28 de setiembre al 1º de octubre de 1966 se desarrolló en la ciudad de Montevideo el Congreso de Unificación Sindical que consolidó el proceso de unidad orgánica y programática y transformó a la Convención Nacional de Trabajadores de Organismo Coordinador (1964) en una Central Única. La unificación del movimiento sindical clasista uruguayo en una sola central, con un programa popular y antiimperialista definido en el Congreso del Pueblo (agosto de 1965), con independencia del Estado, patronales, partidos políticos, sectas religiosas y filosóficas, constituye al día de hoy una experiencia inédita en nuestra América Latina.

La apertura del Congreso de Unificación Sindical se realizó en el Platense Patín Club en Montevideo y contó con la participación de 423 delegados titulares en representación de alrededor de 85 mil afiliados cotizantes. El congreso, que se realizó en un clima de entusiasmo pese a los insistentes rumores de golpe de Estado, designó una Mesa representativa de 27 miembros: 21 gremios y 6 Plenarios del Interior. El primer Secretariado Ejecutivo de la CNT fue presidido por José "Pepe" D Elía (FUECI) y se integró además con: Enrique Pastorino (cuero), Helvecio Bonelli (prensa), Washington Pérez (FUNSA), Wladimir Turiansky (AUTE), Luis Iguini Ferreira (COFE), Héctor Rodríguez (COT), Carlos Gómez (AEBU), Víctor Brindisi (Magisterio) y Gerardo Cuesta (UNTMRA).

1984: PIT CNT un solo movimiento sindical.

El movimiento sindical clasista tuvo una actuación relevante junto a otras organizaciones sociales y políticas en la lucha contra la dictadura cívico militar instaurada en junio de 1973 y se revitalizó a través del Plenario Intersindical de Trabajadores continuador de la CNT surgido en 1983. E 1º de mayo de 1983, el recientemente creado PIT organiza la primera conmemoración pública en dictadura del Primero de Mayo, Día de los Trabajadores, con un multitudinario acto en los alrededores del Palacio Legislativo con la consigna de: Libertad, Trabajo, Salario y Aministía y una oratoria a cargo de Juan Carlos Pereira (caucho), Héctor Seco (metalúrgico), Richard Read (bebida), Andrés Toriani (salud privada) y Juan Pedro Ciganda (bancario). Con la recuperación de las libertades, la liberación de los presos políticos y el retorno de los exiliados en un contexto de amplia participación popular se desarrolló la reunificación sindical tomando como referentes a los dirigentes obreros Gerardo Cuesta (metalúrgico, muerto en prisión) y León Duarte (caucho, detenido desaparecido). El Primero de Mayo de 1984 convocado por el PIT y la CNT con las consignas de: Libertad, Trabajo, Salario, Amnistía; nunca más rehenes y, un solo Movimiento Sindical se consolidó el proceso de unidad sindical. Pese a estos importantes logros muchas contradicciones siguieron latentes y estallaron en noviembre de 1985 cuando se produce la fractura del Tercer Congreso Ordinario con el retiro de más de 500 delegados. Finalmente, con la destacada participación de José "Pepe" DElía se recompuso la unidad orgánica de la Central de Trabajadores con la realización (en mayo de 1987) del Primer Congreso Extraordinario en un clima de tolerancia y fraternidad. Posteriormente, se han desarrollado cinco nuevos Congresos Ordinarios que le han dado continuidad orgánica y proyección política al PIT-CNT consolidándolo como la principal fuerza social uruguaya.

La huelga general de 1973.

Luego de las elecciones nacionales de noviembre de 1971 en las que resultó electo Juan María Bordaberry, del Partido Colorado, en la sociedad uruguaya se agudizaron las contradicciones y la agitación social y política. En los meses previos al último golpe de Estado de 1973 se desarrollaron multitudinarias manifestaciones obreras y estudiantiles en medio de fuertes debates entre las tendencias sindicales acerca de cómo enfrentar el deterioro de las condiciones de vida y el cada vez mayor protagonismo de los militares.

A las 1:40 horas del miércoles 27 de junio de 1973 el Senado culmina su última sesión en la que todos los legisladores presentes en Sala manifiestan su rechazo al golpe de Estado. Estaban presentes y hacen uso de la palabra en la sesión, presidida por Eduardo Paz Aguirre por ausencia del vicepresidente de la República Jorge Sapelli, los senadores: Wilson Ferreira Aldunate, Luis Hierro Gambardella, Carlos Julio Pereira, Pedro Zabalza, Amílcar Vasconcellos, Francisco Rodríguez Camusso, Dardo Ortíz, Enrique Rodríguez, Walter Santoro, Alembert Vaz, Américo Plá Rodríguez, Jaso Anchorena, Carminillo Mederos, Nelson Constanzo y Héctor Grauert.

Los Senadores Enrique Erro y Zelmar Michelini, del Frente Amplio, se encontraban en Buenos Aires (Argentina).

Los Senadores de la Unión Nacional Reeleccionista del Partido Colorado y los de la Alianza Nacionalista del Partido Nacional no concurren a la sesión de la Cámara.

Poco después el Poder Ejecutivo presidido por Bordaberry y con firma de los ministros de Defensa y del Interior doctor Walter Ravenna y coronel Néstor Bolentini, decreta la disolución de las Cámaras de Senadores y Diputados, anuncia la creación de un Consejo de Estado en sustitución del Parlamento, prohibe atribuir "propósitos dictatoriales" al nuevo régimen y faculta a las Fuerzas Armadas y Policiales "a adoptar las medidas necesarias para asegurar la prestación ininterrumpida de los servicios públicos esenciales".

El movimiento sindical nucleado en la CNT enfrenta al golpe de Estado con la huelga general y la ocupación de los lugares de trabajo. Durante 15 días la sociedad uruguaya y la opinión pública democrática internacional se ven conmovidas por la firme decisión de la central de trabajadores, que asume el liderazgo de la lucha en defensa de las libertades públicas y sindicales y de la resistencia popular contra la dictadura de civiles y militares. Durante la huelga general son asesinados los estudiantes Ramón Peré y Walter Medina.

El lunes 9 de julio de 1973 a las cinco en punto de la tarde, en el centro de Montevideo y en pleno desarrollo de la huelga general, miles de ciudadanos manifiestan su rechazo a la dictadura. Son brutalmente reprimidos durante horas por efectivos militares y de la policía armados a guerra y con el uso de gases lacrimógenos, carros lanza - agua y balas. Cientos de trabajadores y estudiantes son golpeados y llevados presos.

Horas más tarde son detenidos los dirigentes del Frente Amplio Generales Líber Seregni y Víctor Licandro, el Coronel Carlos Zufriategui y el Senador del Partido Nacional doctor Walter Santoro.

En muchas ciudades del Interior se realizaron importantes manifestaciones populares de rechazo a la dictadura que también fueron duramente reprimidas por los efectivos armados de las Fuerzas Conjuntas.

Finalmente, luego de tres reuniones, la última realizada en el Sanatorio IMPASA, la Mesa Representativa de la CNT decide por mayoría levantar la huelga general y pasar a otras formas de lucha.

Instaurada la dictadura y luego del levantamiento de la huelga general se desata el revanchismo patronal y miles de trabajadores son despedidos, sancionados y encarcelados. La situación de persecución e incertidumbre obliga a muchos activistas a pasar a la clandestinidad y miles de uruguayos marchan al exilio. Cientos de compatriotas fueron detenidos, repatriados ilegalmente y desaparecidos en Chile, Argentina, Paraguay y Brasil.

La resistencia popular a la dictadura continuó fuera de fronteras, asumió diferentes modalidades y demostró la arraigada tradición libertaria y democrática del pueblo uruguayo.

Textos: Universindo Rodríguez (Biblioteca Nacional), Wladimir Turiansky (integrante del secretariado de la CNT) y Juan Castillo (integrante del secretariado del PIT CNT).