Saltar menú contextual

Homenaje a Henry Dunant 1928 -1910

Imagen de Henry Dunant en blanco y negro junto a símbolo de Cruz Roja.
  • Fecha de emisión: 30/10/2010
  • Código: 2010-13-me
  • Diseño gráfico: Gabriel Casas

Reseña

Homenaje a Henry Dunant  1928 -1910

Nació el día 8 de mayo de 1828 en Ginebra, Suiza. (Filántropo suizo fundador de la Cruz Roja). Fue el primero de cinco hijos de una familia rica y considerada. Comerciante y Banquero, estaba convencido de que tenía el deber religioso de usar su capacidad para triunfar en los negocios y así poder usar ese talento y riqueza en favor de los necesitados. Participó activamente en la fundación de la Alianza Mundial de Asociaciones Cristianas de Jóvenes (Y.M.C.A. por sus siglas en inglés) que se había creado en Londres. En 1855, sugirió fundar una Asociación Mundial de la Alianza Universal de las Uniones Cristianas de Jóvenes, cuyos delegados se reunirían, cada año, en otro país de acuerdo a un turno establecido.

En 1859, mientras intentaba reunirse con Napoleón III para exponerle los problemas de sus negocios en Argelia, contempló el campo de batalla de Solferino después del enfrentamiento de los ejércitos austríaco y franco-piamontés que combatían en la guerra de unificación italiana; impresionado por aquel espectáculo de horror y por la ineficacia de los servicios sanitarios de la época, escribió Un recuerdo de Solferino, libro que publicaría en 1862.

Desde entonces se lanzó a una campaña de sensibilización de los gobiernos y la opinión pública acerca de los sufrimientos de los heridos de guerra, luchando por mitigar las consecuencias humanas de los enfrentamientos bélicos, ya que no era posible acabar con ellos. Fruto de sus esfuerzos fueron la fundación de un servicio sanitario neutral para actuar en los campos de batalla -la Cruz Roja Internacional (1863)- y la reunión de la conferencia internacional que adoptó la Convención de Ginebra sobre heridos de guerra (1864).

La dedicación a esta causa humanitaria le llevó a descuidar sus negocios, quedando totalmente arruinado en 1867; tras unos años de gloria pasajera, hubo de dimitir como presidente de la Cruz Roja y abandonar temporalmente Suiza perseguido por sus deudores. Halló refugio en la Francia del Segundo Imperio, cuyo titular -Napoleón III- le prestó apoyo incluso después de ser derrocado y exiliarse en Inglaterra.

Durante los siguientes veinte años, desde 1875 hasta 1895, Dunant desapareció en la soledad. Después de breves estancias en lugares distintos, se estableció en Heiden, un pequeño pueblo suizo. Aquí, un maestro del pueblo llamado Wilhelm Sonderegger lo encontró en 1890 e informó al mundo que Dunant estaba vivo, pero el mundo ha tomado nota poco. Porque él estaba enfermo, Dunant fue trasladado en 1892 al hospicio de Heiden. Y aquí, en la Sala 12, pasó los diez y ocho años restantes de su vida. No obstante, como un desconocido. Después de 1895 cuando fue redescubierto, una vez más, el mundo colmado de premios y galardones con él.

Olvidado prácticamente por todos, en la última década del siglo varios amigos reivindicaron su figura, que vio reconocida públicamente su labor con la concesión del primer Premio Nobel de la Paz en 1901.

A pesar de los premios y honores, Dunant no se movió de la habitación 12. A su muerte, no hubo ceremonia fúnebre, sin dolientes, sin cortejo. De acuerdo con sus deseos.

Información extraída de múltiples fuentes.

Coordinación Filatelia.