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130° aniversario de la Sociedad Filantrópica "Cristóbal Colón"

Figura femenina rodeada de niños
  • Fecha de emisión: 28/10/2022
  • Código: 2022-24-ME
  • Diseño gráfico: Gabriel Casas
  • Tema: Celebraciones/Conmemorativo

“La Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón nació a la historia y al agradecimiento de los humildes, en medio del alborozo del 4° Centenario del Descubrimiento de América”

Así comienza la “Síntesis histórica de la Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón”, editada en Montevideo en abril de 1955, que da cuenta de los primeros 60 años de funcionamiento de la Institución.

Una historia que comenzó con una idea del Cnel. Ignacio Bazzano y que se concretó con la “ayuda de todos los hombres buenos de la república”, como se expresa en la referida crónica.

Una iniciativa que, como surge de las páginas de “La idea Liberal”, buscó que “...a nadie faltara en aquellos momentos (se refiere” …a las fiestas que se hacían en honor de aquel hombre que había descubierto un nuevo mundo…”) un pedazo de carne para poner en su puchero y algo que lo acompañara”, porque ”…es un deber socorrer al pobre, es una obligación…”

Eran tempos difíciles para el país, especialmente para los humildes. La mendicidad estaba prohibida y el Estado no les proveía asistencia, por lo que el gesto altruista y generoso del Cnel. Bazzano y sus amigos, “… todos ellos miembros de la Masonería…”, según la aludida síntesis, hizo que las “…fiestas populares… no se fueran todas en humo, música y otras banalidades.”

Así nació esta Sociedad, que en pocos años, al impulso de personalidades pertenecientes a todas las ideas filosóficas y filiaciones políticas, alcanzó un amplio reconocimiento por su labor filantrópica, desplegada a través de sus recordadas “Seccionales” y sus numerosas comisiones.

Justo es reconocer la dedicación y el esfuerzo de damas como Isabel Crossa de Bazzano en la organización del primer reparto de alimentos y ropa, que tuvo lugar los días 11,12 y 13 de octubre de 1892, en el tranquilo Barrio Reus al Sur, en la plaza que daba frente a la Escuela de Artes y Oficios, del que se beneficiaron casi 6000 familias y 20000 personas.

Tales cifras dan una idea de la colosal tarea que asumieron los organizadores, que en el mes de julio de 1892, comenzaron a reunirse en el domicilio del Cnel. Bazzano, ubicado en Isla de Flores 412.

El éxito del proyecto, que demostraba su necesidad, hizo que a poco de culminadas las celebraciones, se comenzara a pensar en “…fundar una Sociedad Filantrópica de carácter permanente.”

“Sociedad Filantrópica Liberal” fue el nombre que generó el primer consenso, pero que cedió rápidamente su lugar al de Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón, sugerido por el Dr. Joaquín Canabal.

El mismo Canabal trazó los fines que la animarían: “Sociedad de beneficencia y caridad que socorriese al desgraciado sin preguntarle por sus creencias religiosas y sí solo por sus necesidades”, objetivo que buscó superar la discusión entre los partidarios de la caridad (vinculados a la Iglesia Católica) y los partidarios de la beneficencia (asociada a los sectores liberales), en el marco del proceso de secularización de la sociedad uruguaya.

Su primer Presidente fue Don Prudencio Ellauri.

Aprobados los Estatutos el 25 de diciembre de 1892, le fue reconocida la personería jurídica el 21 de enero de 1893. Desde entonces, “La Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón tiene por objeto propender, por todos los medios a su alcance al socorro de los pobres virtuosos, sin distinción de nacionalidad, raza, creencia religiosa ni opinión política.”

Culminadas las tareas de organización y de captación de recursos, a partir del 1 de junio de 1893 comenzó la distribución regular de alimentos. Comenzaron los famosos “repartos”, a cargo, en los primeros tiempos, de los integrantes del Consejo Directivo, ya que se carecía de personal rentado. Al inicio se realizaron en el domicilio del Cnel. Bazzano, luego en un local de la calle Mercedes N° 400 y finalmente en el local propio de la calle Magallanes 1529, entre Mercedes y Uruguay, inaugurado el 18 de diciembre de 1906 en un terreno adquirido en 1903, sede central de la Colón hasta el presente.

Con el tiempo el accionar de la Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón se extendió a los barrios de Montevideo, estableciéndose seccionales en Paso Molino (1898), Unión (1920), Cerro (1922) y Sayago, Peñarol y Colón (1923). Posteriormente, en 1934, se fundó la Seccional del Cerrito de la Victoria, “Francisco Dorrego”, denominada así en reconocimiento al filántropo que favoreció a la Institución.

Hasta 1899 la distribución de los víveres, determinados en tipo y cantidad por los sucesivos reglamentos de socorros, se hacía directamente en el domicilio de los favorecidos. Luego se siguió haciendo diariamente en el local social y a partir de 1930, se resolvió hacer los repartos los días martes, jueves y sábados.

A ellos se sumaban los repartos extraordinarios, que se disponían por las autoridades de la Sociedad o por cuenta y orden de los colaboradores, en recordación de personas fallecidas o en celebración de fechas significativas.

Pero los tiempos cambian, y a medida que el Estado comenzó a brindar atención a las situaciones de desamparo, la Colón fue adecuando su accionar.

Fue así que durante años puso a disposición de Subsistencias primero y del INDA después, mediante alquiler, sus locales, en los que funcionaron comedores y almacenes. Ya no se realizan repartos en días y horas determinados, sino que se atienden las situaciones de necesidad que se plantean.

Lo que no ha cambiado es el apoyo que la Colón brinda desde siempre a los niños de diversas instituciones, públicas y privadas, como la Asociación Uruguaya de Protección a la Infancia, la Asociación Nacional para el Niño Lisiado, el Hospital Pereira Rossell, el INAU (antes Consejo del Niño), la Escuela Roosevelt, la Escuela Horizonte, el Centro Geriátrico Luis Piñeyro del Campo y muy especialmente las Escuelas Rurales.

Toda esta obra benéfica no sería posible sin la generosa y desinteresada contribución de las personas e instituciones que la apoyan. Cierto es que se realizaron colectas públicas, como ocurrió en 1915 o en 1942 con resonante éxito, pero sin la generosa contribución de personas como Alejo Rossell y Rius, Alejandro Beisso y tantas más o de instituciones como la Fundación Bianchi Ardoino – Danero nada hubiera sido posible.

A 130 años de su nacimiento, la Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón se renueva en el compromiso y la esperanza puesta en el futuro, convencidos de que somos privilegiados de defender el legado de tantos hombres soñadores, que con desinteresado esfuerzo y espíritu altruista contribuyeron a su fundación buscando dar respuesta a las desventuras que afligían a muchos hombres y mujeres que vivían en la indigencia.

“La Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón tiene por objeto “propender, por todos los medios a su alcance al socorro de los pobres virtuosos, sin distinción de nacionalidad, raza, creencia religiosa ni política”. Nunca se podrá investigar ninguna de estas circunstancias, siendo la única condición preciosa la constatación de la indigencia y de la buena conducta” . En igual forma de absoluta neutralidad y prescindencia de cualquier dogma, doctrina, o tendencia, procederá la Sociedad en todos sus actos”.

Reseña proporcionada por la Sociedad Filantrópica Cristóbal Colón