• Fecha de emisión: 16/08/2007
• Dibujante: Logo cedido Cámara de Comercio

Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay

Desde 1867 velando por el comercio, los servicios y el sector privado empresarial.

A partir de 1965 el país comienza una etapa de expansión económica ligada a la guerra del Paraguay, que convirtió a Montevideo en centro de movimiento de capitales y alimentos. Este auge se manifiesta también en un aumento de los negocios comerciales, de las acciones privadas negociables y de los títulos de gobierno.

Surge pues, la necesidad de establecer un lugar de reunión y nace así la Bolsa Montevideana (fundada por Juan Miguel Martínez, Narciso Farriols, Juan Mac Coll, Daniel Zorrilla, Fructuoso G. Busto, Alcides Montero y Ramón Arocena) en el local del comerciante catalán Juan Peipoch, en las calles Piedras y Zabala, donde hoy está la casa central del Banco de la República Oriental del Uruguay.

Desde los inicios de la historia nacional la Cámara Nacional de Comercios y Servicios del Uruguay representa al sector privado empresarial y se encarga de atender  y difundir lo que los empresarios piensan, sus inquietudes, necesidades y puntos de vista.

En la Cámara Nacional de Comercio encuentran un punto de reunión empresarios de los mas diversos giros. Muchos de ellos se agrupan en Gremiales tanto en Montevideo como en todo el interior del país. Actualmente la Cámara cuenta con más de 14.000 socios y más de 103 gremiales (21 de ellas en el interior del país) que abarcan diferentes giros de la economía nacional, cubriendo todo el territorio de la República.

La heterogeneidad de su masa asociada hace que la Cámara no responda a intereses de un sector en particular sino al sector privado empresarial en general, tal cual se establece en el primer artículo de su Estatuto.

Existen principios fundamentales que guían la actividad de la Cámara desde hace más de un siglo:
 Libertad, en su sentido más amplio, pero en el terreno económico, se entiende que la actividad económica debe ser lo más libre posible dentro del apego a las normativas y a los contratos.
 Competencia leal, implica que todos los actores económicos deben tener igual de oportunidades y de cargas, y de allí que se combata toda forma de evasión y de ilegalidad.
 Ética, que debe estar en la base de todo el relacionamiento entre las empresas y así, se apoya toda iniciativa que atienda a la transparencia de los mercados y que se oponga a la corrupción o a los abusos de poder  que brindan formas de producción y comercialización imperfectas como los monopolios u oligopolios, así como los monopsonios u oligopsonios.
 Formación, debe ser otro de los pilares de la actividad empresarial por cuanto un buen empresario es, ante todo, un buen educador de su entorno.

Acercarse a la Cámara Nacional de Comercio implica un gesto de afiliación gremial empresarial que constituye hoy una exigencia en primer grado.

Precisamente, allí donde hay intereses comunes y posibilidades de aunar esfuerzos en procura de objetivos generales, aparece la razón de ser la acción gremial.
El gremio une, forma, estimula, sostiene, obliga a profundizar para actuar mejor y alcanzar así los resultados esperados.

Datos suministrados por la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay

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