Saltar menú contextual

500 Años del Regreso de la Nao Victoria

Ilustración de la Nao Victoria
  • Fecha de emisión: 16/09/2022
  • Código: 2022.14.ME
  • Diseño gráfico: Alejandro Muntz
  • Tema: Celebraciones/Conmemorativo

Matasellos especial en conmemoración de los 500 años de la Primera Circunnavegación de la Tierra

A lo largo de la historia, el ser humano fue desarrollando nuevas técnicas para conocer nuevas tierras, nuevas riquezas, muchas veces sometiendo y dominando otros pueblos, en una lucha constante de fuerzas, tratando de que esta fuera superior cada vez.

Casi siempre respondió a una necesidad para cubrir los requerimientos que cada civilización tenía.

Ya en los versos de Medea, apenas en el siglo IV de nuestra era, Séneca profesaba sobre el avance constante en el descubrimiento de nuevas tierras, ignotas hasta ese momento. Fue en el Renacimiento Hispánico y en toda Europa, en el que quizás, fueron los más efervescentes  siglos de consolidación de los reinos y religiones; como lo fueron en siglo XIV y XV, y se hicieron muy conocidos los versos : “Vendrán los tardos años del mundo, ciertos tiempos en los cuales, el mar océano aflojará los atamientos de las cosas, y se abrirá una grande tierra, y un nuevo marinero (…) descubrirá nuevo mundo, y entonces no será la isla Thule (continente mitológico, más allá de lo conocido), la postrera de las tierras.

Y es en ese marco, en ese convencimiento, sumado a la gran pericia marinera y de liderazgos que poseían nuestros personajes; sumado a la gran ambición del joven Rey Carlos I, luego emperador Carlos V, y la gran rivalidad existente con el reino de Portugal, con quienes se habían repartido el orbe, y rutas a descubrir, a través de la Bula Papal, con el Tratado de Tordesillas, que se desarrolla la empresa y expedición de Fernando de Magalhaes, y finalizada por el vasco Juan Sebastián Elkano*.

Lo que comenzó siendo la búsqueda de un pasaje hacia las especierías, navegando hacia el oeste y sorteando la gran barrera que significaba el enorme continente llamado América, terminó,  no sólo coronando exitosamente ese objetivo, sino uno mucho más importante a nivel científico y del conocimiento: la redondez de la Tierra, la caída de miles de mitos y prejuicios que aún permanecían en el imaginario colectivo, las dimensiones reales del planeta, en forma aproximada, y una vez más, la grandeza y privilegio de ser los primeros en circunvalarla.

El costo en sufrimientos y penurias vividas en ese periplo, es escalofriante. Es la mayor historia náutica de la historia. Hubiera sido más digna de ser cantada que la de los Argonautas comandados por Jasón.

El 6 de setiembre de 1522, una nao desvencijada, de las más pequeñas de las cinco que componían la Armada de la expedición, construida por vascos en astillero vasco de Zarautz, y adquirida al vasco Domingo Apallua en Odarroa, y con la irrenunciable guía del gran vasco guipuzcoano, Juan Sebastián Elkano; llega a buen puerto de San Lúcar de Barrameda junto con los dieciocho supervivientes. Se trata de la Victoria.

Tras 80.000 km de navegación total y 20.000 km de singladura sin tocar puerto alguno, esta moderna nave para la época, también merece el reconocimiento que hoy se destaca en el matasellos confeccionado para esta ocasión.

Quizás la figura de Elkano haya sido tratada con objetividad por los biógrafos hispánicos; pero no así por muchos extranjeros, dando casi todos los méritos solamente a Magallanes.

De esta forma, el Estado de la República Oriental del Uruguay, a través del Correo Uruguayo, hace su aporte universal al conocimiento de esta gran gesta.
Simultáneamente, tributa agradecimiento a la Diáspora Vasca toda. En particular, a su colectividad en el Uruguay, forjadora constante de nuestra historia nacional, a través de su esforzado trabajo y sacrificio.

La deferencia de incluir en el matasellos “500 años del regreso de la Nao Victoria”, el lema que ostenta el escudo heráldico de Elkano en su traducción del original, “Primus circumdediste me” a “Ni inguratzen lehena”, así se valora y mucho.

¡Muchas gracias! ¡Eskerrik asko! 

Fuente: Sr. Juan Arin

*La Real Academia de la Lengua Vasca afirma que el apellido del navegante se debe escribir: Elkano.