Saltar menú contextual

Serie Tango Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad - Gustavo Nocetti

Foto de Gustavo Nocetti.
  • Fecha de emisión: 19/11/2019
  • Código: 2019.44.S
  • Valor: $ 25 (pesos uruguayos)
  • Diseño gráfico: Alvaro Rodríguez
  • Fotografía: Cedida por la Familia Nocetti
  • Dentado
  • Tirada: 15.000 sellos
  • Imprenta: Sanfer Srl
  • Plancha: compuesta por 8 sellos + Viñeta central
  • Tema: Cultura
  • Serie: Tango

Gustavo Nocetti (Montevideo, 6 de noviembre de 1959 - Ib., 30 de diciembre de 2002)

Su carrera comenzó a los 15 años, al ganar un concurso cuyo premio consistió en actuar en Café Concert, un programa del Canal 5 Sodre de Montevideo, el canal oficial de televisión.

Con 19 años, entusiasmado, cruzó el Río de la Plata y llegó a Buenos Aires. En el primer lugar que cantó fue en el mítico Caño 14, invitado por Atilio Stampone. Allí compartió el escenario con intérpretes que lo marcaron a fuego: Roberto Goyeneche, Edmundo Rivero y Rubén Juárez, entre otros. También actuó en el programa “Grandes valores del tango”.

Tenía una estupenda voz, que fue creciendo, moldeando, a puro esfuerzo, ganas y sentimiento. «Jamás quise aprender canto por temor a los profesores de canto. He visto cantores que prometían muchísimo, tirarse a lo lírico, y bueno, yo no sé si es que no hay maestros de canto popular... Tiene que haber, porque no es lo mismo el canto lírico que el canto popular. El canto popular de repente exige menos en determinados aspectos a la máquina vocal pero exige más en otros aspectos...»

En 1983, ingresó como cantor estable de la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires que dirigían Raúl Garello y Carlos García.

Escribió el periodista Ruben Borrazás: «En los diez años en que estuvo radicado en la ciudad porteña forjó su personalidad y se perfiló como una promesa de la canción ciudadana con su fuerte, claro y hermoso timbre de voz, que sabía ajustarse a todas las letras que abordaba. Sus altos y bajos los manejaba con brillantez y sin esfuerzo aparente, haciendo creíble todo lo que cantaba. Con un excelente registro de barítono, sus interpretaciones eran de gran justeza, riqueza interpretativa y neto temperamento tanguero».

Nocetti tenía claro quiénes fueron los cantantes que influyeron en él. Básicamente Carlos Gardel, Roberto Goyeneche y Rubén Juárez.

Su primer disco fue Naranjo en flor, (sello Orfeo), luego Somos ilusos (sello La Batuta, con arreglos de Fernando Cabrera). En 1982 interviene en el larga duración Futuro, de Osvaldo Pugliese, junto a los más destacados intérpretes de la última generación tanguera.

Con la agrupación dirigida por Raúl Garello, registró temas inéditos de Horacio Ferrer y Raúl Garello (en los CDs Viva el tango, 1988 y Tangos en homenaje a Woody Allen, 1992).

Ya radicado en Montevideo grabó Excesos (Sondor, 1996) y participó en los tres compactos como solista de la Orquesta Filarmónica de Montevideo.

En 1999, graba un nuevo CD para el sello Sondor, Gustavo Nocetti interpreta a Ferrer, junto al propio Horacio Ferrer y al pianista Alberto Magnone, con los cuales realiza además el espectáculo Por existir (Tango y poesía).

«El tango es poesía; y poesía de la buena», explicó Nocetti en una oportunidad. «Yo creo que en el tango hay muchísimos autores y muy pocos poetas, pero esos pocos tuvieron una buena producción. Poetas poetas son seis o siete, no más. Y bueno, darle un lugar a la poesía en este momento del mundo, a mí me parece que es un acto... sí, yo creo que es un acto de valentía también. Es defender un valor humano. Es defender el lenguaje de las emociones, el que no pasa por la razón. Ningún adelanto cibernético va a poder explicar nunca la esencia del ser humano: ¡El viejo y olvidado lenguaje de las emociones! Entonces fijate una cosa, que el tango abarca muchísimos estados de ánimo del ser humano, no solamente como algunos creen: el que se le fue la mina y pobre que se queda llorando. No, el tango abarca muchísimos estados de ánimo más y con muchos más detalles».

La presencia de Nocetti fue clave para el dos por cuatro, en Uruguay. Su voz y su personalidad forman parte de la historia nueva del tango rioplatense. Fue una figura consular de los festivales Viva el Tango que se realizan desde hace quince años en Montevideo. Fue un destacado representante de la música ciudadana por varias capitales del mundo.

Nocetti tuvo una personalidad propia y una auténtica forma de cantar y de interpretar el tango. Su repertorio estuvo siempre integrado por temas clásicos y de vanguardia.

Gustavo Nocetti murió muy joven, a los 43 años el 30 de Diciembre de 2002.. Tenía mucho para dar. Pero por lo que hizo, será recordado como una voz que trascendió los límites de la capital del Uruguay.

Fuente: Jaime Clara - Todotango.com