Serie Personalidades Afrouruguayas - J. Ventura de Molina
- Fecha de emisión: 31/07/2020
- Código: 2020.09.S
- Valor: $ 25 (pesos uruguayos)
- Diseño gráfico: Clarena
- Artista plástico: Mary Porto Casas
- Dentado
- Tirada: 15.000 sellos
- Imprenta: Sanfer Srl
- Plancha: plancha compuesta por 25 sellos. Tamaño del sello: 30 mm x 42 mm.
- Tema: Cultura
- Serie: Personalidades afrodescendientes
Licenciado Jacinto Ventura de Molina
Bien puede decirse que se trata del primer profesional de origen africano en estas tierras.
Jacinto Ventura de Molina es considerado el primer profesional de origen africano en estas tierras. Entre los años 1825 y 1836 entendió en los litigios, reclamos, divorcios, etc. De la gente negra de Montevideo.
Su especialidad eran los escritos de Derecho pero quizás donde más aportó es en las informaciones, propias y de otros cronistas, sobre las jerarquías de las salas de nación que existían en esa época.
Las salas de nación eran los lugares de reunión que tenían los africanos, divididos cada uno por su pueblo de origen.
Jacinto Ventura que no era africano participó en dos salas, en la de los Mina y en la de los Congo de Gunga de la que fue “Juez de muertos”.
Afortunadamente contamos con el testimonio de un presencial, contemporáneo de Ventura, como lo fue el cronista Isidoro de María.
"Llamaban el Licenciado, los que pasaban buenos ratos con los partos de su fecundidad... Cocinero de don José de Molina, reputado jefe español, que fue gobernador o cosa parecida en Río Grande, cuando la venida de Cevallos.
Era muchacho bien dispuesto, y el negrito cayóle en gracia a Molina, quien al venir a esta ciudad le dio una buena educación, habiendo tenido el honor nada menos que de ser condiscípulo de gramática y filosofía del Padre Larrañaga." (1)
Una vez finalizados sus estudios aprendió el oficio de zapatero y obtuvo su carta de libertad.
Zapatero y poeta
Con el estilo que lo caracterizaba De María nos cuenta que "muy luego el buen Jacinto Ventura cayó en las redes del travieso Cupido y tuvo que doblar el cuello al yugo matrimonial, entregando el corazón a su Dulcinea, María Rufina Campana, a quien inmortalizó con sus versos, y con el epitafio que escribió con buena tinta en la cruz que su piedad puso en la cabecera de la humilde sepultura de la que fue su esposa.
El liberto y fecundo Molina hacía zapatos para ganarse la vida, pero su afición a las letras era tan grande, que la mayor parte del tiempo lo empleaba en escribir prosa y verso a su modo, figurándose un gran gramático, filósofo, teólogo y con sus ínfulas de poeta, con cuyas producciones formó un grueso volumen, que con su cubierta de pergamino y su encuadernación a la manera de los libros de comercio del tiempo de las pajuelas, tuvimos en nuestras manos, y que es posible ande todavía por ahí entre algunos tiestos viejos, si es que los ratones o la polilla no han dado cuenta de él.
Lástima que al tío Licenciado Molina no le diese el oficio para costear las resmas de papel, los frascos de tinta y los manojos de plumas de que necesitó para tanto borronear papel; y gracias a sus buenos protectores, como el extremeño don Raymundo José Guerra, y otros por el estilo, que lo habilitaban con esos artículos, porque a pesar de su color, era estimado por sus cualidades recomendables por muchos sujetos de valer social.
Nuestro Jacinto Molina, que pasaba por una originalidad, y a quien no desdeñaban de tratar los figurones, no sólo empuñó la pluma, sino también la tizona, siendo teniente del cuerpo de Libertos.
Era aficionado a la comedia, y tenía entrada franca en los convites, en que hacía por presentarse de gran parada, con sus grandes cuellos, sus anchos pantalones, su chaleco de pana y su frac azul más que raído, y con muestras de cernidor, teniendo la santa paciencia de pegarle parches de pedacitos de paño en los agujeros hechos por la polilla; y adelante el Licenciado Molina..." (2)
Le contestamos a través del tiempo a De María que aún hoy en el año 2014 existe no un grueso volumen de escritos de Ventura de Molina sino tres. Gracias a gestiones que hiciéramos en 1994 con Alberto Britos, militante y estudioso de la cultura afrouruguaya, se hallan a muy buen recaudo en nuestra Biblioteca Nacional. (3)
La importancia de Jacinto Ventura
A pesar de haber sido "El Licenciado" no renegó de su gente y de sus creencias, estando al tanto de todas las actividades del pueblo al que pertenecía los Congos de Gunga, y siempre listo a resolver las dificultades legales de sus hermanos de piel.
Si bien Isidoro de María le da un tratamiento demasiado paternalista, incluso burlón en ciertos pasajes, no deja de reconocerle el espacio que se ganó, por méritos propios, en aquella sociedad que discriminaba al diferente.
Si habrá sido importante y excepcional el caso de Don Ventura de Molina, en el sentido de poder realizarse intelectualmente, pues de no haber sido por los escasísimos casos en que los "amos" permitían a los africanos estudiar y obtener un grado educacional que fuera en beneficio del ascenso social del propio afro. Es que, creemos, que existía todo un temor en los círculos gobernantes y afines para que los africanos y sus descendientes sólo se debieran dedicar a las tareas más pesadas y a las más penosas, quedando, obviamente las de desempeño intelectual pura y exclusivamente para los de descendencia europeo.
Cuál era el condicionamiento que en materia educacional se mantenía para con la gente de sangre africana lo podemos apreciar en que recién en octubre de 1834 se toma una resolución gubernamental para la educación de niños negros. Claro que, como no podía ser de otra manera, no fue pensado para la totalidad sino era sólo para los niños "libres" o "libertos" y sólo para los que vivían en Montevideo, exceptuándose los del resto del territorio así como los que aún eran mantenidos como esclavos -que eran muchos-, a pesar de la tantas leyes que en contra de esta aberrante práctica se dictaron.
Intelectual destacado
Junto a la obra de De Molina se ha conservado un retrato de Ventura de Molina, realizada por el calígrafo español Besnes Irigoyen. Consta en el propio retrato las siguientes elocuentes palabras del artista ibérico:
"Dr. Dn. Jacinto Ventura de Molina. Escritor original e infatigable sobre toda materia, en prosa y verso. Militar, Teólogo, Jurista, literato, Economista, historiador, filósofo.
Maestro de Obra Prima.
Nació libre en la Villa de S. Pedro del Sud del R. Grande.
El 15 de octubre de 1766.
Hijo de Ventura Molina criado del Brigadier Español Don José Eusebio de Molina.
De su himeneo con Maria Rufina Campana No queda prole; mas los abortos de su fecundo ingenio, aunque inimitables dejan fundado un nuevo genero de literatura que ya lleva su nombre y lo haze tan famoso ó mas que Dulcinea hizo al Toboso."
La obra escrita del Lic. Jacinto Ventura de Molina es tan amplia como impresionante.
Son tres grandes volúmenes, más un retrato que se han logrado conservar hasta el día de hoy.
En un comentario que se ha realizado en la época actual por parte de las autoridades de Biblioteca Nacional se dice que "es este un rarísimo impreso uruguayo de la 'Imprenta de la Caridad'. Desconocido por todas las bibliografías: Estrada -Arredondo, etc.
Ex colección Daniel García Acevedo, donde estaban los tres tomos de manuscritos originales de Molina, los Impresos de la Caridad, del mismo y su litografía hecho por Besnes Irigoyen, podríamos decir que se tratan de piezas UNICAS conocidas en la bibliografía uruguaya."
Su obra
El libro 1º se puede identificar porque en su primera foja consta: "Preliminar a la Obra, de la Santa Caridad, de Montevideo:
en carta de aviso, escrita á S. M. I. en 16 de Abril de 1827.
Suprime el Autor, la conclusión Diplomática, de aquella, Adivinando esta con barios Asuntos, y Notas, literarias, Divididos en seis libros para su Inteligencia.
Escritos por el Real escritor de Cámara de S M I Jacinto Ventura de Molina.
En la Imprenta de la Caridad. Año 1828."
En el volumen que podemos diferenciar porque comienza, en lo que es su primera foja, con "Ilustrísimo y Excelentísimo Señor Capitán General", podemos saber, por una misiva enviada por el propio Ventura de Molina que también era "Sargento Mayor de Milicias de el Regimiento, nombrado el Borbon Americano", en 25 de octubre de 1823.
En uno de los apartados que se titula "Mercurial henorabuena: Histórica. Al Ilustrísimo Señor Ministro de la Guerra: D.n Domingo Álbarez Blanco. Escrita por el Real Escritor de Cámara de Su Majestad Ilustrísima Licenciado en Reales Derechos Jacinto Ventura de Molina en la Imprenta de la Caridad de Montevideo año 1828."
Fojas más adelante hay un documento que nos vuelve a reafirmar que la tarea de Ventura no se limitaba a tareas oficiales sino que también representaba a sus "conrazáneos" en los trámites legales que éstos tuvieran que realizar: "Testimonio en la disertación litigiosa de la morena Teresa Mojica: viuda del finado Cayetano Duran: contra el joven moreno Marcelino Duran, pretendiente intruso, de una herencia que de ningún modo le corresponde:
Mandada escribir por el Señor Juez Don Manuel Llamvi.
Escrito por el Licenciado Jacinto Ventura de Molina.
Más adelante: "Oración Política, Moral Dedicada y Presentada A la Augusta Cámara de Representación De Este Estado de Uruguay Para la Aprobación, Establecimiento, e Impresión, De La Humilde Sociedad, de Negros Congos de Gunga, de Esta Capital, Montevideo … en Tribunal el Juzgado de Policía su Protector Oirá Dictada y Producida Por El Licenciado en Derechos negro Jacinto Ventura de Molina. Año 1834."
En el volumen que podemos diferenciar porque comienza, en lo que es su primera foja: "Año 1817" encontramos "un discurso raro" que hace referencia a una extraña nación africana de la cual no teníamos datos de su existencia en estas tierras.
Aquí se hace mención a un "Discurso Raro, y Singular Del Licenciado Negro Jacinto Ventura de Molina, en la Elección Titular de una Princesa de S A Nación Reciente Africana URYD URYOSA. Perorado en Montevideo el Día 2 de Marzo de 1833." (4)
Fuente: Prof. Oscar Montaño
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