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100 Años Salvador Allende

  • Fecha de emisión: 26/06/2008
  • Código: 2008-11-mp
  • Diseño gráfico: Eduardo Salgado

100 AÑOS NACIMIENTO DE SALVADOR ALLENDE

En Honor a Salvador Allende


Electo Presidente Constitucional de Chile por la Unidad Popular en las elecciones realizadas el 4 de setiembre de 1970 fue ratificado para ocupar la más alta magistratura el 23 de Octubre siguiente por el Congreso Nacional trasandino. El trágico 11 de setiembre de 1973, en las dramáticas horas de la heroica resistencia en el Palacio de la Moneda supo, ciertamente que iba a morir. Sin embargo, asumió su responsabilidad hasta las últimas consecuencias.
Con la dignidad propia del legítimo mandatario popular insobornable, rechazó la seducción de la felonía golpista de una entrega ofertada.
Salvador Allende sigue siendo un revolucionario de nuestro tiempo, cuya vocación médica entroncó tempranamente una sólida formación profesional con la necesaria y solidaria sensibilidad política. Dió la vida por un Chile para el pueblo chileno, por el cobre liberado, por la justa distribución de la tierra, por la enseñanza sin exclusiones, por la libertad y la justicia. Como nuestro Artigas Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres- y el Libertador Bernardo O’Higgins... Como lo soñaron su compañero y amigo Pablo Neruda, la poetisa Gabriela Mistral, la genial Violeta Parra, el entrañable Víctor Jara...
Su ejemplo imperecedero constituye un auténtico compromiso de resistencia y redención. Como el propio Allende sentenció poco antes de ofrendar su sangre generosa por un Chile libre y sin tutela imperial, en un conmovedor y memorable mensaje al pueblo chileno, a través de Radio Magallanes: “Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo. Sigan ustedes sabiendo que,  mucho más  temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir esta sociedad mejor. ¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!”
Los pueblos de América Latina lo recuerdan con emoción y respeto. En el combate, con la fortaleza que emana de su ejemplo de dignidad y coraje, retoman sus banderas para conquistar la segunda y definitiva independencia de la Patria Grande. En Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay, donde confluyen avenida Brasil y las calles Brito del Pino y Bartolito Mitre su insigne figura ha sido inmortalizada en el bronce en la Plazuela que lleva su nombre por decisión del Gobierno Departamental desde el 4 de setiembre de 1990.
En el marco de los homenajes que se tributan con motivo de celebrarse el centenario de su nacimiento, resurge con más fuerza y compromiso su histórico legado. Como expresara el Compañero Presidente de Chile en el que sería su último mensaje a sus compatriotas en plena resistencia al golpe fascista: ¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!”

SU AMISTAD CON EL SMU

En su calidad de presidente de la Confederación Médica Panamericana Salvador Allende visitó por primera vez el Sindicato Médico del Uruguay en 1959, siendo recibido por el Comité Ejecutivo que presidía el Doctor  Constancio Castells. El 19 de setiembre de 1973, apenas ocho días después del cruento golpe militar en Chile, el Sindicato Médico del Uruguay descubría en su local sindical, una placa recordatoria en homenaje y sentida evocación a Salvador Allende.
En el marco de lo resuelto por la VII convención Médica Nacional, el 16 de abril de 1985, el Sindicato Médico del Uruguay recuperado por sus legítimas autoridades tras la caída de la dictadura cívico militar en nuestro país, rindió homenaje a Salvador Allende, ocasión en la que se procedió a la reposición de la placa colocada en 1973, sustraída durante el deplorable período de las intervenciones impuestas por el régimen de facto. En la ceremonia hizo uso de la palabra el Profesor Dr. Juan José Crottogini quien actualizó en el recuerdo el acto efectuado aquel 19 de setiembre “para rendir tributo de admiración estremecida al hombre público que forjó su sensibilidad y su ideología en la vivencia plena de condición de estudiante y médico”, según expresara el decano de la Facultad de Medicina, profesor Dr. Pablo V. Carlevaro, en reconocimiento a Salvador Allende, casi doce años antes.
Hoy, en la entrada actual de la sede del sindicato Médico del Uruguay, la placa grabada con su nombre nos recuerda al compañero Presidente de Chile con estas breves palabras. “SALVADOR ALLENDE. Héroe de América Nueva 11 de setiembre de 1973. Homenaje del Comité Ejecutivo. Sindicato Médico del Uruguay”.
ALLENDE Y EL CHE
Un mismo título universitario; Doctor en medicina. Compañeros y amigos, por sobre todo, dos grandes revolucionarios.
El 3 de enero de 1959, en “La Cabaña”, el Che recibía la visita de Salvador Allende, quien se encontraba en La Habana. Era el primer encuentro. Unos años antes, una carta de presentación de Allende había  permitido al Che salir de Ecuador rumbo a Guatemala. El Che causó extraordinaria impresión en Allende, a quien como colega médico le sorprendió que Guevara padeciera un asma  tan implacable y que - según sus compañeros en la Sierra Maestra- no le había dado tregua durante la guerra en Sierra Maestra.
CONFERENCIA ANTIIMPERIALISTA
El lunes 14 de agosto de 1961 se iniciaba en Montevideo, la conferencia popular antiimperialista bajo el lema: “Con Cuba, por la dignificación de Latinoamérica, contra la colonización económica del continente”, en rechazo a la conferencia del Consejo Interamericano Económico y Social que se realizaba en Punta del Este impulsada por el gobierno de los EEUU para promover la Alianza para el Progreso. La organización estuvo a cargo de la Central de Trabajadores de Uruguay – la CNT se creará el 1° de octubre de 1966, del Comité Nacional, coordinador de Apoyo a la Revolución Cubana y de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU).
Salvador Allende fue una de las personalidades internacionales invitadas a dictar charlas en ese ciclo que se llevó a cabo en el Paraninfo de la Universidad de la República. Inició la conferencia el periodista y escritor argentino Gregorio Selser. Continuó el senador Dr. Salvador Allende –entonces presidente del Frente Revolucionario de Acción popular chileno (FRAP)- quien ofreció dos conferencias los días martes 15 y miércoles 16. El Jueves 17 lo hizo Ernesto Guevara y culminó las intervenciones el científico y escritor brasileño Josué de Castro.
SEIS AÑOS DESPUES
El 13 de abril de 1967 tenía lugar en Punta del Este la conferencia de presidentes de los países de América, con la ausencia de Cuba que había sido expulsada de la OEA. Al mismo tiempo, salvador Allende, presidente del senado de Chile, pronunciaba un estremecedor discurso en la Universidad de la República en Montevideo, Uruguay. Sus palabras tienen una actualidad de enorme trascendencia y merecen ser recordadas.
En un pasaje de su discurso en el Paraninfo, expresaba: “Hace seis años, lanzaron desde esta misma tribuna su mensaje el entonces ministro de industrias de Cuba, comandante Ernesto Che Guevara- el de la ausencia presente y enclavado hoy en misión revolucionaria en algún tramo de la geografía nuestra y también Josué de Castro, el economista que exhibió la cruel magnitud del hambre. Y también yo dejé oír mi voz, al igual que hoy, en esa ocasión.”
Agregaba: “Hoy en Punta del Este se está tratando de revivir el fantasma de la Alianza para el Progreso. Se está preparando la nueva consigna publicitaria para engañar a los pueblos del continente, abusando de la alta dosis de analfabetismo en que se les ha mantenido sepultados.(...) La Alianza para el Progreso nació muerta. Sólo vivió en la esperanza de nuestros pueblos que, engañados, creyeron que ella les significaba ocupación, alimento, techo, salud, seguridad social, educación, cultura y esparcimiento.”
(...) Se planteó la Alianza para el Progreso como un esfuerzo conjunto para mejorar rápidamente las condiciones de vida de la población y acelerar el ritmo de crecimiento económico de los países latinoamericanos, y hasta se firmó el compromiso de alcanzar metas mínimas de crecimiento del 2.5% anual al ingreso por habitante. En los hechos no sólo se ha estado muy lejos de cumplir esa meta, sino que además, en lugar de acelerarse, disminuyó sustancialmente el ritmo de crecimiento económico. Las cifras de la Cepal revelan que la tasa de aumento del producto por habitante fue del 2.5 como promedio anual en el período 1950-55; disminuyó a 1.8% en 1955-60 y desde que se puso en marcha la Alianza para el Progreso se redujo al 1.3% en los años 1960-66. ¡Desolador recuento después de seis años de ebriedad publicitaria!”
Hoy en las deudas de los países de América Latina con el imperio se han multiplicado y su dependencia económica es cada vez mayor. En contraofensiva, el imperialismo ha procurado pasar a la desembozada dominación directa a una dominación indirecta: el neoimperialismo, ejercido principalmente por los Estados Unidos. No se trata de un imperialismo conquistador de tierras solamente, sino de un imperialismo económico que deja a los pueblos una apariencia de libertad y autogobierno, mientras les quita sus riquezas      
Miguel Aguirre Bayley
 
COORDINACION FILATELIA