• Fecha de emisión: 19/08/2021
• Código: 2021.12.MP
• Diseño gráfico: Alvaro Rodriguez
• Tema: Celebraciones/Conmemorativo

Manuel Espínola Gómez (1921-2003)

Nace el 5 de julio de 1921 en Solís de Mataojo, Departamento de Lavalleja.

Algunos ciudadanos lo recuerdan como el proyectista del revestimiento pictórico del gasómetro, al controvertido autor de la remodelación interior del Edificio Independencia, o al sujeto irreverente y romántico cuyas concepciones del mundo debían interpretarse a partir de su persona.

Transgresor, demiurgo, desconfiado y locuaz, tierno y agresivo, un paisano huraño, un universalista celoso de su intimidad, un humanista cautivador a pesar de su autoritarismo… Adjetivaciones varias que apenas atraviesan el pesado gamulán de pana que lo abrigaba y que opacan, tal vez, lo que fue su preocupación perenne: su compromiso último con la cultura, en todas sus manifestaciones posibles.

Espínola consideraba que dentro del arte se podía incursionar en cualquier estilo, corriente o movimiento estético, pero no impuestos, sino que realmente fueran elaborados desde nosotros mismos como consecuencia de una masticación, de una “digestión lenta” de nuestras pulsiones individuales:

“Hay que producir... en forma independiente del gusto de los demás, ¡porque se trata de prolongaciones individuales o grupales y, por lo tanto, son testimonios, documentos de servicio público... sí, pero fundamentalmente destinados a la auto-definición personal, en un proceso incesante de tensiones intelectuales y morales.” alertaba Espínola. “Si el público los toma... estaría bien, y si el público no los toma... también estaría bien, ya que tanto unas posibilidades como otras, no son inconmovibles y eternas.”

No se identificó nunca con los cánones de la academia formalista ni con los postulados hegemónicos de las vanguardias. Después de Joaquín Torres García y Pedro Figari, Espínola fue uno de los pocos artistas visuales uruguayos que dejó un legado reflexivo profundo. A lo largo de toda su vida disertó sobre el urbanismo y el patrimonio entendidos con rigor, la ecología ejercida como licencia heroica, la identidad, las vanguardias, el epigonalismo, el arte nacional, la cultura, el tiempo y el movimiento, la percepción visual, y la realidad y su representación relativa.

Obtuvo varios premios, municipales y nacionales, así como el Premio Figari a la trayectoria, otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura y el Banco Central del Uruguay.

Fallece en Montevideo el 10 de mayo de 2003.

Coordinación Filatelia