• Fecha de emisión: 26/11/2022
• Código: 2022-34-ME
• Diseño gráfico: Gabriel Casas
• Tema: Celebraciones/Conmemorativo

40 años de CACCSOE  (1982-2022)

La esencia de una cooperativa que nació para transformar vidas. 

Sin importar su tipo, las grandes crisis suelen tener dos efectos: la inestabilidad que provocan en las personas involucradas y las transformaciones que generan en el entorno de su incidencia. En el caso de CACCSOE, su propia fundación es producto de una crisis, la que afectó a la economía de Uruguay en 1982 y cada uno de los sucesos políticos y económicos de los últimos cuarenta años fueron detonantes de transformaciones que hoy explican la esencia de una cooperativa que nació para transformar vidas. 

La dinámica de trabajo ha sido tan vertiginosa que los fundadores recuerdan los meses previos a la firma del acta fundacional el 21 de noviembre de 1982, como si estos fuesen recientes. En el transcurso de esta historia pasaron destacados dirigentes y funcionarios, muchos de los cuales continúan aportando sus mejores horas a la institución.

¿Cuál era el contexto en el cual vivían los integrantes activos y retirados de las Fuerzas Armadas en el quehacer económico doméstico en los años 1981 y 1982? La respuesta es simple, de gran precariedad. Los ingresos que se percibían eran muy modestos y tenían el ingrediente de la inflación, la cual disminuía constantemente el poder de compra de la población. Este hecho llevaba a los integrantes activos de las Fuerzas Armadas a tener un segundo trabajo, y a los jubilados —incluso a quienes se retiraban con el monto máximo posible— a reingresar al circuito laboral pese a su edad. 

Cumplido un año de la idea original, los primeros entusiastas se habían dividido en dos campos de acción. El área jurídica trabajaba en la confección de los documentos legales necesarios para la conformación de la cooperativa y estaba a cargo de dos profesionales. 

En tanto, el área de gestión y conformación de la Cooperativa se afanaba en el perfeccionamiento del arduo trabajo posterior: vender la idea. El medio de difusión sería el boca a boca, pero la tarea contaba con innumerables dificultades, entre ellas el casi completo desconocimiento de la población tanto del sistema cooperativo en general como del de ahorro y crédito en particular. 

Como una joven entusiasta, la recién creada Cooperativa de Ahorro y Crédito cumplió su primer sueño de independencia en el mes de julio de 1984, con el arrendamiento de su primera oficina propia. El local, alquilado por dos años por el Centro de Sub Oficiales del Ejército como muestra de cooperación, se ubicaba en el número 1507 de la céntrica calle Joaquín Requena. Para la nueva sede, el Centro también había contratado a una funcionaria administrativa y la institución daba entonces sus primeros pasos.

Los primeros créditos se realizaban por orden de llegada y su desembolso se daba pasado un mes desde la solicitud. Se prestaba lo que se obtenía por capitalización mensual y aquellos préstamos que no se podían otorgar por falta de fondos se pasaban para el mes siguiente. 

Funcionarios de la primera hora recuerdan esa época con cariño aunque reconocen las dificultades que implicaban la escasa tecnología y el ser una organización recién fundada. Se contaba con una computadora en la que se mantenían solamente dos tablas de datos: las de socios y las de créditos. 

Lo más difícil de la crisis económica parecía haber pasado y a una década del surgimiento de la idea, en 1992, CACCSOE se aprontaba para un nuevo mojón en su existencia, la concreción del sueño de la casa propia. El edificio seleccionado forma parte hasta hoy de su patrimonio y se erige en el número 1313 de la calle Alzáibar en Montevideo.

De hecho, en el año 1995 se adquirió un nuevo inmueble, hoy sede central de la cooperativa. Ubicado en la avenida 8 de Octubre 4650, el edificio alberga desde ese año una biblioteca gratuita. 

En la actualidad CACCSOE cuenta con casi 80.000 socios y 14 sucursales en todo el país.

Reseña: Lic. Alexis Jano Ros