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Relaciones Diplomáticas Uruguay - Egipto (1932-2015)

Relaciones Diplomáticas Uruguay-Egipto (1932-2015)
  • Fecha de emisión: 23/07/2015
  • Código: 2015-20-h
  • Valor: $ 65 ($ 50 + $ 15) (pesos uruguayos)
  • Diseño gráfico: Arq. Daniel Pereyra
  • Fotografía: Cedida por el MuHar
  • Tirada: 10.000 hojas
  • Imprenta: Sanfer Srl
  • Plancha: Hoja comupesta por dos sellos
  • Tema: Celebraciones/Conmemorativo

Relaciones Diplomáticas Uruguay – Egipto (1932-2015

Hoja Filatélica “125 años Momia Eso Eris en Uruguay”

La Hoja Filatélica contiene dos sellos, en uno de ellos se aprecia la “Momia Eso Eris” y en el otro un “Sistro”.

Se hace referencia también a las Relaciones Diplomáticas entre Uruguay y Egipto que datan desde el año 1932.

Acompañan el diseño de la hoja filatélica un grupo de sacerdotisas con distintos instrumentos musicales.

Una de las sacerdotisas tañe un sistro, otra está ejecutando un arpa de pie del Imperio Nuevo y la sacerdotisa del medio ejecuta un instrumento musical de cuerda que no se ha podido determinar su nombre. Se trata de un instrumento, similar a una laúd o guitarra.

Desde el principio de la historia de la humanidad, la música, en sus diferentes facetas, ha estado presente en la vida cotidiana, en las celebraciones y en rituales de todo tipo. Los antiguos egipcios no son una excepción. Como la música egipcia no se escribía y se transmitía vía oral, todo lo que nos ha llegado hasta nuestros días es a través de relieves, pinturas y algunos textos empleados en algunas ceremonias. Y además por restos y/o instrumentos musicales, encontrados en las tumbas o mastabas (edificaciones funerarias del Antiguo Egipto) 

Sistro

El Sistro es un instrumento musical asimilable a un gran sonajero, utilizado en fiestas y procesiones religiosas. Era utilizado por las sacerdotisas. 

Este instrumento fue encontrado junto a la momia y está en exposición en el Museo de Historia del Arte, en Montevideo.

Momia Eso Eris

La historia conocida de la momia Eso-Eris comenzó en 1889, cuando Luis Viglione, un uruguayo radicado en Buenos Aires, decide viajar a Europa y Cercano Oriente.

Durante su estadía en El Cairo, capital de Egipto, el investigador compró dos momias en el museo de Budulak.

Luis Viglione trajo ambas piezas al Río de la Plata, una de las cuales fue entregada al Museo de la Plata en Argentina. La otra, en mejor estado de conservación y con su ajuar funerario completo, fue finalmente donada en 1890 al Museo Nacional de Historia Natural de nuestro país.

Para la exhibición de la momia Eso-Eris, las vendas que cubrían el lado izquierdo del cuerpo fueron removidas mediante una incisión longitudinal, al igual que en la cabeza. En estas zonas descubiertas del cuerpo, puede apreciarse el excelente estado de preservación del tronco y las extremidades. Mientras tanto, el lado derecho permanece cubierto con las vendas originales.

Su altura es de 1,48 metros. La perfecta conservación de la dentadura sugiere que Eso-Eris (que en vida se llamaba “Gran Isis”) murió alrededor de los 25 años de edad, promedio de vida normal para la época. La lengua está en excelentes condiciones y todavía presenta cierta movilidad.

Como era costumbre entre las personas vinculadas a las actividades religiosas, no hay cabellos ni pelos visibles, salvo 10 pestañas en el ojo derecho.

Los brazos están extendidos y las manos reposan sobre la zona genital con las palmas hacia abajo.

Los estudios indican que el cuerpo momificado data de entre los años 664 y 525 Antes de Cristo.

Se cree que la momia fue en vida una sacerdotisa llamada “Gran Isis”, consagrada al templo de Min –dios de la fertilidad– en la ciudad Akhmim en Egipto central. Su función era tañer el sistro.

Los expertos en egiptología consideran a la momia uruguaya como una “pieza pobre”, teniendo en cuenta la calidad de su confección y los materiales utilizados para adornarla. No presenta particularidades especiales, si se la compara con el producto confeccionado por otros talleres, que son de mayor calidad. Fue creada en un período tardío de la historia egipcia. Sin embargo, los valores más importantes estarían radicados en las inscripciones de las tapas del ataúd, que reproducen fragmentos de los textos alusivos a la V y VI dinastías del antiguo imperio egipcio. No es usual que en los artefactos funerarios egipcios aparezca este tipo de inscripciones. En la mayoría de los sarcófagos se pueden leer fragmentos de textos pertenecientes al Libro de los Muertos. 

Estas inscripciones tenían por finalidad proteger a Eso-Eris en su vida de ultratumba. Los egiptólogos consignaron la importancia de contar en el acervo cultural con una pieza momificada, ya que a través del estudio realizado es posible conocer las enfermedades registradas en la época y qué tipo de vida llevaban.

Actualmente se encuentra en el Museo de Historia del Arte, al llegar allí alcanza con pararse delante de la cripta que encierra a la sacerdotisa Eso Eris, especialmente ambientada e inspirada en una capilla de Hator en Deir el Bahari, para sentirse transportado a un tiempo remoto y aún hoy enigmático. El cuerpo que se observa en las vitrinas conserva los vendajes originales sólo en el lado derecho, mientras que la otra mitad y la totalidad de la cabeza se encuentran al descubierto. Dientes, boca entreabierta, manos unidas y pies concentraron la atención de visitantes que no se retiran sin antes fotografiar la pieza.

Eso Eris, la momia egipcia exhibida actualmente en el Museo de Historia del Arte, fue sometida a una serie de minuciosos estudios a fin de revelar su datación, sus condiciones de conservación y determinar el tipo de madera con que fue construido el ataúd. 

Fuente: MuHAr – Museo de Historia del Arte

Coordinación Filatelia