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Serie Tango 2015 - Horacio Ferrer - Astor Piazzolla

Serie Tango 2015 - Horacio Ferrer - Astor Piazzolla
  • Fecha de emisión: 22/12/2015
  • Código: 2015-44-H
  • Valor: $ 120 ($ 60 + $ 60) (pesos uruguayos)
  • Diseño gráfico: Gabriel Casas
  • Artista plástico: César Ureta
  • Dentado
  • Tirada: 10.000 hojas
  • Imprenta: Sanfer SRL
  • Plancha: 2 sellos por hoja
  • Tema: Personas destacadas, Arte, Cultura
  • Serie: Tango

Astor Piazzolla – (11/03/1921 – 04/07/1992)

Bandoneonísta y compositor argentino, considerado uno de los músicos más importantes del siglo XX.

Durante su juventud vivió varios años junto a su familia en Nueva York.
Volvió a Argentina en 1937, donde el tango estrictamente tradicional aún reinaba. Piazzolla tocaba en clubes nocturnos con una serie de grupos. Realizó arreglos orquestales y tocó con el bandoneonísta, compositor y director Aníbal Troilo, considerado en ese momento el mejor bandoneonísta y líder en Buenos Aires.

En 1950 compuso la banda de sonido de la película Bólidos de Acero.

En 1952 compuso La Epopeya Argentina, un movimiento sinfónico para narrador, coro y orquesta; es un panegírico al gobierno peronista de esos años, donde la rítmica es cuadrada, predominan los acordes por cuartas y las figuras modales.

Compuso obras de música tales como Rapsodia porteña, Sinfonietta y Buenos Aires (tres movimientos sinfónicos)  Boulanger fue una pieza muy importante en su carrera, ya que hasta su encuentro con ella, Piazzolla se debatía entre ser un músico de tango o un compositor de música clásica. 

Viajó a París,  y tuvo la oportunidad de escuchar al octeto del saxofonista Gerry Mulligan, y quedó impresionado por su improvisación y por el distendimiento con el que tocaban los músicos.
Formó una orquesta de cuerdas con músicos de la Ópera de París, con Lalo Schifrin y Martial Solal alternándose en el piano, y grabó el álbum Two Argentineans in Paris (1955) con temas como Picasso, Luz y sombra y Bandó.

En 1955 volvió a Buenos Aires, donde formó una orquesta de cuerdas con músicos argentinos.
En 1958 se marcha a los Estados Unidos, donde graba los dos únicos discos de lo que él llamó el Jazz-Tango.

En 1959, durante una actuación en Puerto Rico recibe la noticia de la muerte de su padre, Vicente Nonino Piazzolla. Astor vuelve a Nueva York, donde vivía con su familia, y allí compuso Adiós Nonino, su obra más célebre, que conservaría la sección rítmica del anterior tango Nonino, más una sentida elegía de despedida, que se convertiría en un sinónimo de Piazzolla a lo largo de los años.

Vuelve a Buenos Aires en 1960 y forma la agrupación que definiría su estilo musical definitivamente, que sería la base de agrupaciones posteriores y a la que volvería cada vez que se sentía frustrado por otros proyectos: el Quinteto Nuevo Tango.

Con esta agrupación daría a conocer Adiós Nonino y todas las composiciones que dieron forma a su estilo y que serían las más recordadas: Las Estaciones (Verano Porteño, Otoño Porteño, Invierno Porteño y Primavera Porteña), La Serie del Ángel (Introducción al ángel, Milonga del ángel, Muerte del ángel y Resurrección del ángel), La Serie del Diablo (Tango diablo, Vayamos al diablo y Romance del diablo), Revirando, Fracanapa, Calambre, Buenos Aires Hora Cero, Decarísimo, Michelangelo´70 y Fugata, entre otros.

Fue muy criticado por los tangueros de la Vieja Guardia, cuando comenzó a hacer innovaciones en el tango en lo que respecta a ritmo, timbre y armonía, argumentaban que su música no era Tango.
Piazzolla definía su arte como “música contemporánea de Buenos Aires”

Horacio Ferrer – (02/06/1933 – 21/12/2014)

Escritor, poeta e historiador del tango uruguayo, nacionalizado argentino.
Compuso más de doscientas canciones y escribió varios libros de poesía e historia del tango.
Es especialmente famoso por los tangos canciones realizados con  Astor Piazzolla, como Balada para un loco, Chiquilín de Bachín y de la operita María de Buenos Aires.

Fue presidente de la Academia Nacional del Tango en la República Argentina hasta el día de su muerte.

Nació en Montevideo en 1933 en el seno de una familia argentino-uruguaya: padre uruguayo y madre argentina.

En la década del 50, con poco más de veinte años, fue uno de los realizadores del programa Selección de Tangos, en la radio montevideana, con el fin de defender las nuevas tendencias tangueras y del grupo El Club de la Guardia Nueva, para organizar recitales en Montevideo de los músicos que estaban revolucionando el tango, como Aníbal Troilo, Horacio Salgán y en especial Ástor Piazzolla, por entonces líder del famoso Octeto Buenos Aires. A partir de entonces Ferrer dirigirá programas radiales de tango por el Sodre, la cadena oficial radial uruguaya.

En la misma época fundó y dirigió la revista Tangueando, ilustrada y redactada por él mismo. A fines de la década del 50, formó parte una pequeña orquesta de tango como bandoneonísta y publicó su primer libro: El Tango: su historia y evolución (1959). En 1964 publica Discepolín, poeta del Hombre de Corrientes y Esmeralda y en 1965, Historia sonora del tango.

En 1967, con 34 años, se decide a publicar su primer libro de poemas, Romancero canyengue, libro que presentó recitándolo acompañado por el guitarrista Agustín Carlevaro.

El tango, “La última grela”, fue musicalizado por Ástor Piazzolla ”Grela”, en el lunfardo rioplatense es la prostituta, las “proletarias del amor”, como Ferrer las define en el recitado de introducción a la canción.

Es en ese momento que Ferrer decide trasladarse a Buenos Aires, dejando la seguridad económica que había obtenido:

Crea la operita María de Buenos Aires, estrenada en 1968 en la Sala Planeta de Buenos Aires, con Héctor de Rosas y Amelita Baltar como cantantes, y el mismo Ferrer en el papel de El Duende, recitando.

“María de Buenos Aires” fue una sensación, con un tema instrumental como “Fuga y misterio” que adquirió la condición de clásico porteño. Renovó profundamente la canción argentina, tanto en el tango, como en el folklore y el rock.

Ya durante las presentaciones de María de Buenos Aires, Piazzolla y Ferrer comienzan a componer canciones de tango con una estética completamente renovada. Entre ellas, componen en 1969 “Chiquilín de Bachín”, a partir de un valsecito infantil compuesto por Piazzola y al que Ferrer le aportó una letra inspirada en los niños de la calle que vendían flores en los restaurantes de la zona de teatros de la avenida Corrientes, a los que los artistas iban luego de las funciones. En este caso, el célebre bodegón Bachín, ya demolido, que se encontraba ubicado en la calle Sarmiento, casi esquina Montevideo.

La temática social, una poesía cotidiana y la utilización de neologismos en inglés aparentemente incompatibles con el tango, anunciaban la proximidad de importantes cambios en la canción rioplatense.

Luego surgió una de las canciones más populares de la música argentina, que además sacudiría los fundamentos de la canción rioplatense. El resultado fue una balada con ritmo de valsecito y dos recitados hechos a la medida de la expresividad de Amelita Baltar, por entonces esposa de Piazzola.

El recitado, que ya había aparecido en María de Buenos Aires y que se repetiría en sus creaciones, es una de las grandes innovaciones de Ferrer para sacudir la estructura tradicional de la canción rioplatenese: ”Balada para un loco”

El tema se convirtió en un éxito popular inmediato y ha quedado como una de las canciones más famosas de la música latina de todos los tiempos.

Entre las canciones escritas por el dúo Piazzolla-Ferrer en ese momento se encuentran “Balada para mi muerte”, “Canción de las venusinas”, “La bicicleta blanca”, “Juanito Laguna ayuda a su madre” y “Fábula para Gardel”, grabadas en el álbum Astor Piazzolla y Horacio Ferrer en persona, lanzado en 1970. En total compusieron juntos más de 40 tangos.

Murió a los 81 años la tarde del 21 de diciembre de 2014 a raíz de una complicación cardíaca luego de permanecer varios días internado en el Sanatorio Güemes.

Fue velado en el salón “Montevideo” del Palacio de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires desde las once de la noche de ese día hasta las tres del día siguiente, siendo su velorio atendido por músicos, familiares, autoridades de la Academia del Tango y admiradores.
Fileteado Porteño

En la Hoja Filatélica emitida en 2015, “Tango Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, se le agregó al diseño un fileteado en homenaje al “Filete Porteño”; el cual en Diciembre de 2015 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por el Comité Intergubernamental para la Salvaguarda de la UNESCO.

“Si Discépolo dijo que el tango es un pensamiento triste que se baila; el filete es un pensamiento alegre que se pinta”.  Ricardo Gómez, fileteador

El filete porteño de Buenos Aires, una técnica pictórica tradicional. Es un estilo artístico de pintar y dibujar típicamente porteño, que se caracteriza por líneas que se convierten en espirales, colores fuertes, el uso recurrente de la simetría, efectos tridimensionales mediante sombras y perspectivas, y un uso sobrecargado de la superficie. Su repertorio decorativo incluye principalmente estilizaciones de hojas, animales, flores, banderines, y piedras preciosas.

Nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, hacia fines del siglo XIX como un sencillo ornamento para embellecer carros de tracción animal que transportaban alimentos y con el tiempo se transformó en un arte pictórico propio de esa ciudad, hasta tal punto que pasó a convertirse en el emblema iconográfico que mejor representa a la ciudad.

En 1970 se organiza la primera exposición del filete, acontecimiento a partir del cual se dio al fileteado una mayor importancia, reconociéndolo como un arte de la ciudad y promoviendo su extensión a todo tipo de superficies y objetos.
 
Coordinación Filatelia